Hacia 1610, Erzsébet Báthory, condesa húngara, radicada en Cejthe, asesinó impunemente a seiscientas diez doncellas. El rey Matthias II encargó al poderoso palatino Thurzó, que indagara los luctuosos hechos y castigase a la culpable. Thurzó, tras reunir las pruebas suficientes, condeno a la condesa a permanecer de por vida dentro de su castillo. Se muraron las puertas y las ventanas de su aposento. En una pared fue practicada una ínfima ventanilla por donde poder pasarle los alimentos. Y cuando todo estuvo terminado erigieron cuatro patíbulos en los ángulos del castillo para señalar que allí vivía una condenada a muerte. Así permaneció durante tres años, hasta que finalmente, luego de innumerables negativas, Thurzó accedió a una reunión en su castillo, una reunión donde se harán presentes los representantes del poder, quienes para ella han estado involucrados en el establecimiento de su condición criminal. A medida que transcurre la reunión, un joven cronista registra lo que observa, lo que escucha, para confeccionar el testamento de Erzsébet Báthory,La condesa sangrienta.
lunes, 7 de julio de 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
13/5/2008
Cuando rosaste tus labios con los míos no pude contener mi erección. El solo contacto de tus labios, tu olor a perfume y tabaco y la suavidad de tu piel hacían que la erección creciera, me doliera. Tanto dolor y amor. En silencio, ya que no podemos hacer ruido. No podemos gritarle al mundo. Aun no podemos gritarle al mundo. Gritar mi amor, gritar nuestro amor. Cómo dos quinceañeros que se revuelcan en el pasto del parque Almagro, frente a los niños, los perros y los curaos. Agarrar tu mano en el metro sin tener que esconderlo en el tumulto de cuerpos de la hora peak y darte un beso en el Bravissimo mientras nos tomamos un helado de mouse de manjar con frambuesa. Es injusto, pero ahora no importa. Nadie puede decirnos nada en tu pieza. Los dos, enormes, en una cama de una plaza besándonos y rozando los cuerpos. Cada vez que hacemos el amor aprendo algo nuevo. Me da fuerzas a pesar de que estamos ocultos y nadie puede oírnos, nadie debe oírnos.
Me muerdes y ya no puedo contener el grito. Te saco con fuerza. Te pido que por favor te detengas, que por favor tengas piedad. Si sigues voy a gritar y parece que no te importara, pero te detienes. Lamento que lo hagas. Se que no puedo gritar, se que no puedes seguir. Me encantaría gritar con todas mis fuerzas y que me escuche hasta el vecino. Nos miramos con cara de no importa. Pronto podremos gritar y a nadie le va importar, pero estamos en la casa de tus padres y, ni a los tuyos ni a los míos les gustaría escuchar a su hijo follando con otro hombre.
Dos hombres.
Dos cuerpos sincronizados.
Todo deja de importar. Santificados y profanos.
Tu lengua en mi cuello. Mi boca en tu falo. Pruebo tus fluidos. Oigo tus quejidos. Tu mano en mi culo. Tu barba en mi falo. Mis ojos en los tuyos. Tus ojos en los míos. Me acaricias, me golpeas, me muerdes, me aprietas. Mi barba en tu culo. Mi mano en tu pecho. Tu abdomen en el mío. Tus dedos en los míos. Tu boca en mi falo. Mi falo en tu culo. Tu culo en mi mano. Tu falo en mi culo. Tu oreja en mi boca. Tu boca en la mía. Tu boca en mi pecho. Tu boca en mi boca. Mi lengua en tu axila. Tu brazo en mi cuello. Mi cuello en tu lengua. Tu lengua en mi espalda. Mi lengua en tu pezón. Mi pezón en tus dedos. Tus dedos en mi culo. Mi culo en tu falo. Cinco minutos, diez, veinte, un siglo, una hora, un día, un segundo.
Orgasmo…
Sonreímos. Otro motivo para sonreír. Otra noche a tu lado. Nos dormimos. Nos despertamos. Me debo ir. Apurado. Me ducho. Me visto. Me despido. En tu pieza. Encerrados. Solos de nuevo. Sin que nadie lo vea. Sin que nadie se entere. No importa. Siento el roce de tus labios y soy feliz por diez segundos más. Salimos a la calle y me vas a dejar a la micro. Fumamos y caminamos. Nos reímos. Siempre nos reímos de idioteces. Llegamos al paradero y prendo otro cigarro. Espero que la micro se demore. Nos sentamos, hablamos, nos reímos otra vez. Viene la micro. Apago el cigarro. Te doy un abrazo fraternal y me subo. Me alejo y lo último que veo es tu espalda, mientras te pones los audífonos y prendes un cigarro. Enderezo la cabeza y me voy a mi casa. Aun siento el roce de tus labios en los míos.
Me muerdes y ya no puedo contener el grito. Te saco con fuerza. Te pido que por favor te detengas, que por favor tengas piedad. Si sigues voy a gritar y parece que no te importara, pero te detienes. Lamento que lo hagas. Se que no puedo gritar, se que no puedes seguir. Me encantaría gritar con todas mis fuerzas y que me escuche hasta el vecino. Nos miramos con cara de no importa. Pronto podremos gritar y a nadie le va importar, pero estamos en la casa de tus padres y, ni a los tuyos ni a los míos les gustaría escuchar a su hijo follando con otro hombre.
Dos hombres.
Dos cuerpos sincronizados.
Todo deja de importar. Santificados y profanos.
Tu lengua en mi cuello. Mi boca en tu falo. Pruebo tus fluidos. Oigo tus quejidos. Tu mano en mi culo. Tu barba en mi falo. Mis ojos en los tuyos. Tus ojos en los míos. Me acaricias, me golpeas, me muerdes, me aprietas. Mi barba en tu culo. Mi mano en tu pecho. Tu abdomen en el mío. Tus dedos en los míos. Tu boca en mi falo. Mi falo en tu culo. Tu culo en mi mano. Tu falo en mi culo. Tu oreja en mi boca. Tu boca en la mía. Tu boca en mi pecho. Tu boca en mi boca. Mi lengua en tu axila. Tu brazo en mi cuello. Mi cuello en tu lengua. Tu lengua en mi espalda. Mi lengua en tu pezón. Mi pezón en tus dedos. Tus dedos en mi culo. Mi culo en tu falo. Cinco minutos, diez, veinte, un siglo, una hora, un día, un segundo.
Orgasmo…
Sonreímos. Otro motivo para sonreír. Otra noche a tu lado. Nos dormimos. Nos despertamos. Me debo ir. Apurado. Me ducho. Me visto. Me despido. En tu pieza. Encerrados. Solos de nuevo. Sin que nadie lo vea. Sin que nadie se entere. No importa. Siento el roce de tus labios y soy feliz por diez segundos más. Salimos a la calle y me vas a dejar a la micro. Fumamos y caminamos. Nos reímos. Siempre nos reímos de idioteces. Llegamos al paradero y prendo otro cigarro. Espero que la micro se demore. Nos sentamos, hablamos, nos reímos otra vez. Viene la micro. Apago el cigarro. Te doy un abrazo fraternal y me subo. Me alejo y lo último que veo es tu espalda, mientras te pones los audífonos y prendes un cigarro. Enderezo la cabeza y me voy a mi casa. Aun siento el roce de tus labios en los míos.
lunes, 28 de abril de 2008
Pertenencia...
Hoy llegué a mi casa un poco mojado por la lluvia. Acababa de despedirme del Claudio esperando el colectivo y en el camino venía con un pensamiento. En su casa me siento sumamente acogido. Nada que decir al respecto. Llegué a mi casa y vi una película, me comí un pan y me metí a la ducha. Necesitaba una ducha caliente. El agua me tranquiliza. Me hace sentir mejor. Estaba intranquilo. Había algo que me molestaba.
No me puedo quejar. La vida ha sido absolutamente generosa conmigo estos últimos días, estoy lleno de bendiciones y cada día más tranquilo. A pesar de eso, la semana que pasó no fue para nada tranquila.
Crisis.
Crisis por todas partes.
Y con un fin de semana de conclusión.
Hoy, lunes en la madrugada de esta nueva semana, me siento una persona nueva. Hubo una transmutación importante. Se cerraron muchos cabos y se ordenaron muchas cosas en mi mente, alma y corazón. Esta semana se caracterizó por lo ruda que fue, ya que todos los encuentros que tuve con gente influyente y/o importante en mi vida, fueron violentos desde algún lugar. Por otra parte, por las circunstancias, tuve que ver a mucha gente que no veía hace mucho tiempo.
El resultado:
La incomodidad que sentía hoy al llegar a mi casa.
Pensaba desde el punto de vista de mi experiencia de esta semana, el como las relaciones con la gente se van modificando y generando distintos grados de pertenencia. Los que pasaron, los que van pasando, los que van entrando y los que se quedan en tu vida. Este proceso, a mi gusto, es natural y absolutamente necesario. Este año se ha caracterizado por la gente nueva que ha entrado a este periodo de mi vida. Gente a la que estoy queriendo. Gente que me está modificando. Nada. Las relaciones en mi vida cambiaron y se están haciendo los enrroques de rigor.
El Lalo me prestó un libro de un ensayista chileno en el que habla de la obra de Kafka y tiene una definición acerca de la mala conciencia que dice así: “En esencia, la mala conciencia es tanto la conciencia de culpa como la confesión que el individuo se hace a sí mismo de su propia esterilidad “inherente”… Decimos que la mala conciencia es represión internalizada: la conciencia culpable que el sujeto se hace de sí mismo… Mientras el resentimiento es la acusación hacia fuera, la mala conciencia lo es hacia adentro. Es el paso de “la culpa es tuya” a “la culpa es mía”.
El señor ensayista se refiere a este concepto desde lo que generan las sociedades represivas para anular al individuo. Yo, trato de llevarlo a la convivencia. Cito este fragmento sólo para referirme a la conciencia de la culpa y de la manera en que ésta se manifiesta constantemente en las relaciones humanas. Siendo más especifico, en como la culpa se puede asumir en estas relaciones humanas.
A mi gusto, los chilenos tenemos una mala costumbre en la manera de relacionarnos desde el afecto. Hay un afán de hacer sentir culpable a las personas cuando están ausentes. Si uno no va al cumpleaños del amigo, este se siente, si a uno no lo invitan, también. Hay un afán de trascender en las relaciones. De concretar el cariño a la presencia. Y creo que entender que la pertenencia a un lugar o a un grupo de gente es algo tan duradero como lo que tiene que ser, y que el salir de la vida de las personas es sólo para encontrarse con otras. Otras que generarán otros espacios de aprendizaje.
El sábado era el cumpleaños de mi papá y hoy se reuniría conmigo y mis hermanos para almorzar. Yo no fui. Preferí almorzar con Claudio y su familia. Hoy sentí que, de una u otra manera, pertenecía a ese lugar esta tarde. Durante toda la semana fui sintiendo eso. Con los que a pesar de no vernos sigo queriendo igual, con los que al verlos ya no me pasa nada o muy poco y con los que, a pesar del poco tiempo, siento gusto al ver. Y me di cuenta que no quiero relaciones en base a la culpa del estar o no estar, ya que el cariño trasciende los espacios y el tiempo.
Ya resuelta mí molestia puedo irme a la cama en paz, ya que, a pesar de no haber ido al cumpleaños de mi Padre, esta tarde fue maravillosa y puedo descansar sin culpa…
Sin ninguna culpa…
No me puedo quejar. La vida ha sido absolutamente generosa conmigo estos últimos días, estoy lleno de bendiciones y cada día más tranquilo. A pesar de eso, la semana que pasó no fue para nada tranquila.
Crisis.
Crisis por todas partes.
Y con un fin de semana de conclusión.
Hoy, lunes en la madrugada de esta nueva semana, me siento una persona nueva. Hubo una transmutación importante. Se cerraron muchos cabos y se ordenaron muchas cosas en mi mente, alma y corazón. Esta semana se caracterizó por lo ruda que fue, ya que todos los encuentros que tuve con gente influyente y/o importante en mi vida, fueron violentos desde algún lugar. Por otra parte, por las circunstancias, tuve que ver a mucha gente que no veía hace mucho tiempo.
El resultado:
La incomodidad que sentía hoy al llegar a mi casa.
Pensaba desde el punto de vista de mi experiencia de esta semana, el como las relaciones con la gente se van modificando y generando distintos grados de pertenencia. Los que pasaron, los que van pasando, los que van entrando y los que se quedan en tu vida. Este proceso, a mi gusto, es natural y absolutamente necesario. Este año se ha caracterizado por la gente nueva que ha entrado a este periodo de mi vida. Gente a la que estoy queriendo. Gente que me está modificando. Nada. Las relaciones en mi vida cambiaron y se están haciendo los enrroques de rigor.
El Lalo me prestó un libro de un ensayista chileno en el que habla de la obra de Kafka y tiene una definición acerca de la mala conciencia que dice así: “En esencia, la mala conciencia es tanto la conciencia de culpa como la confesión que el individuo se hace a sí mismo de su propia esterilidad “inherente”… Decimos que la mala conciencia es represión internalizada: la conciencia culpable que el sujeto se hace de sí mismo… Mientras el resentimiento es la acusación hacia fuera, la mala conciencia lo es hacia adentro. Es el paso de “la culpa es tuya” a “la culpa es mía”.
El señor ensayista se refiere a este concepto desde lo que generan las sociedades represivas para anular al individuo. Yo, trato de llevarlo a la convivencia. Cito este fragmento sólo para referirme a la conciencia de la culpa y de la manera en que ésta se manifiesta constantemente en las relaciones humanas. Siendo más especifico, en como la culpa se puede asumir en estas relaciones humanas.
A mi gusto, los chilenos tenemos una mala costumbre en la manera de relacionarnos desde el afecto. Hay un afán de hacer sentir culpable a las personas cuando están ausentes. Si uno no va al cumpleaños del amigo, este se siente, si a uno no lo invitan, también. Hay un afán de trascender en las relaciones. De concretar el cariño a la presencia. Y creo que entender que la pertenencia a un lugar o a un grupo de gente es algo tan duradero como lo que tiene que ser, y que el salir de la vida de las personas es sólo para encontrarse con otras. Otras que generarán otros espacios de aprendizaje.
El sábado era el cumpleaños de mi papá y hoy se reuniría conmigo y mis hermanos para almorzar. Yo no fui. Preferí almorzar con Claudio y su familia. Hoy sentí que, de una u otra manera, pertenecía a ese lugar esta tarde. Durante toda la semana fui sintiendo eso. Con los que a pesar de no vernos sigo queriendo igual, con los que al verlos ya no me pasa nada o muy poco y con los que, a pesar del poco tiempo, siento gusto al ver. Y me di cuenta que no quiero relaciones en base a la culpa del estar o no estar, ya que el cariño trasciende los espacios y el tiempo.
Ya resuelta mí molestia puedo irme a la cama en paz, ya que, a pesar de no haber ido al cumpleaños de mi Padre, esta tarde fue maravillosa y puedo descansar sin culpa…
Sin ninguna culpa…
jueves, 6 de marzo de 2008
Carta a los padres de un homosexual...
Señores Padres:
Me gustaría saber por que motivaciones ustedes tuvieron hijos. Si desde el principio los planificaron con todo el amor del mundo y esperaron y lo intentaron y con los ojos llenos de lágrimas o la boca llena de risa o la guata apretada por la emoción sintieron todo el amor en su interior por el nuevo ser que se gestaba dentro de una mujer, a la que amaba o a la que no, a la que amaría después o a la que dejaría de amar…
Si por casualidad, usted mamá, tuvo un parto amable, o difícil, o agotador, pero a pesar de todo cargo por tantos meses dentro suyo a una niña o un niño y lo vio nacer junto a su esposo, o su amante, o sencillamente sola. Si se lleno de júbilo al verlo salir al mundo. Si lloró y sufrió o terminó con una marca en su vientre que nunca se borrará por tal suceso. Si usted padre lo vio salir al mundo y lo amó apenas lo vio, si de pronto sintió que nada en el mundo podría con esa felicidad. Si se percató usted mismo de que era igual a usted, o se lo dijo su familia, o sus amigos, o la enfermera, o el cura, o el experto en primeros auxilios o quien sabe diablos lo acompañaba en ese momento y sintió como el orgullo se apoderaba de usted…
Si al ver crecer a su hijo o hija trató de estar a su lado. De seguir cada paso, o no estar tan cerca y preocuparse de él a la distancia, o de su educación, de su afectividad, de su bondad, de su alma, de su formación o de la que era su prioridad para con su hijo. Si lloró y se alegró por su hija, si la fue a ver bailar, actuar, cantar, recitar, deletrear, pintar o que sabe que actividad hacía y a usted lo llenaba de orgullo. Si fue a los partidos de su hijo, o le hizo una casita de muñecas a su hija, o si le enseñó algo importante, si le contó un cuento, si lo apoyó y le dio todo lo que podía…
Si usted se sentía un buen padre o madre y se interesaba por su hijo, le contaba de los logros a sus amigos y amigas y soñaba con su porvenir. Si se llenaba la boca diciendo que lo único que quería es que fuese feliz, que la vida le de lo mejor, o si por el contrario fue estricto por su bien o le prohibió y se ganó el portazo o el que le dejaran de hablar un mes por la supuesta protección de su hermoso o hermosa criatura…
Si se sacó la mierda por su educación y trabajó horas extras, o tenía la casa impecable o ahorró para una mejor casa, una mejor vida o si sencillamente no pudo, pero nunca faltó nada en su casa y si faltó su prioridad era su hijo o hija. Y no podía dormir y se desvelaba por encontrar soluciones. Si se postergó, si hizo todo eso y su hijo era su centro…
Y de pronto descubre que su hijo o hija es homosexual…
Si lo margina, lo hecha, lo maltrata, lo golpea, le quita su palabra, lo injuria, lo denigra, lo avergüenza y lo olvida. O si usted se siente avergonzado, frustrado, atacado, decepcionado o furioso…
Déjeme decirle algo…
Usted es un ignorante, que sólo piensa en usted. Que tiene miedo del que dirán, que tiene miedo de que sus expectativas acerca de su hijo o hija se destruyan en un segundo. Que todo el amor que le dio no era más que amor a usted mismo, que todas las veces que se tapaba la boca no era nada más que para satisfacer su ego, para demostrar que podía ser buen padre, al mundo, a sus padres, a sus amigos. Para ser mejor mamá que la idiota de su amiga o ser mejor padre que el tarado de su colega. Para sentir que hacía su aporte al mundo, que algo tenía que entregar, que de alguna manera tenía que trascender. Usted es un egoísta, que no tiene empatía, que tiene miedos, frustraciones o sinceramente es un patán, insisto, absolutamente ignorante.
Ame de verdad, entréguese, como en el inicio, porque su hijo o hija sigue siendo igual. Sigue queriéndolo y, si, necesita de usted para poder seguir siendo el ser íntegro que usted soñó de él…
Me gustaría saber por que motivaciones ustedes tuvieron hijos. Si desde el principio los planificaron con todo el amor del mundo y esperaron y lo intentaron y con los ojos llenos de lágrimas o la boca llena de risa o la guata apretada por la emoción sintieron todo el amor en su interior por el nuevo ser que se gestaba dentro de una mujer, a la que amaba o a la que no, a la que amaría después o a la que dejaría de amar…
Si por casualidad, usted mamá, tuvo un parto amable, o difícil, o agotador, pero a pesar de todo cargo por tantos meses dentro suyo a una niña o un niño y lo vio nacer junto a su esposo, o su amante, o sencillamente sola. Si se lleno de júbilo al verlo salir al mundo. Si lloró y sufrió o terminó con una marca en su vientre que nunca se borrará por tal suceso. Si usted padre lo vio salir al mundo y lo amó apenas lo vio, si de pronto sintió que nada en el mundo podría con esa felicidad. Si se percató usted mismo de que era igual a usted, o se lo dijo su familia, o sus amigos, o la enfermera, o el cura, o el experto en primeros auxilios o quien sabe diablos lo acompañaba en ese momento y sintió como el orgullo se apoderaba de usted…
Si al ver crecer a su hijo o hija trató de estar a su lado. De seguir cada paso, o no estar tan cerca y preocuparse de él a la distancia, o de su educación, de su afectividad, de su bondad, de su alma, de su formación o de la que era su prioridad para con su hijo. Si lloró y se alegró por su hija, si la fue a ver bailar, actuar, cantar, recitar, deletrear, pintar o que sabe que actividad hacía y a usted lo llenaba de orgullo. Si fue a los partidos de su hijo, o le hizo una casita de muñecas a su hija, o si le enseñó algo importante, si le contó un cuento, si lo apoyó y le dio todo lo que podía…
Si usted se sentía un buen padre o madre y se interesaba por su hijo, le contaba de los logros a sus amigos y amigas y soñaba con su porvenir. Si se llenaba la boca diciendo que lo único que quería es que fuese feliz, que la vida le de lo mejor, o si por el contrario fue estricto por su bien o le prohibió y se ganó el portazo o el que le dejaran de hablar un mes por la supuesta protección de su hermoso o hermosa criatura…
Si se sacó la mierda por su educación y trabajó horas extras, o tenía la casa impecable o ahorró para una mejor casa, una mejor vida o si sencillamente no pudo, pero nunca faltó nada en su casa y si faltó su prioridad era su hijo o hija. Y no podía dormir y se desvelaba por encontrar soluciones. Si se postergó, si hizo todo eso y su hijo era su centro…
Y de pronto descubre que su hijo o hija es homosexual…
Si lo margina, lo hecha, lo maltrata, lo golpea, le quita su palabra, lo injuria, lo denigra, lo avergüenza y lo olvida. O si usted se siente avergonzado, frustrado, atacado, decepcionado o furioso…
Déjeme decirle algo…
Usted es un ignorante, que sólo piensa en usted. Que tiene miedo del que dirán, que tiene miedo de que sus expectativas acerca de su hijo o hija se destruyan en un segundo. Que todo el amor que le dio no era más que amor a usted mismo, que todas las veces que se tapaba la boca no era nada más que para satisfacer su ego, para demostrar que podía ser buen padre, al mundo, a sus padres, a sus amigos. Para ser mejor mamá que la idiota de su amiga o ser mejor padre que el tarado de su colega. Para sentir que hacía su aporte al mundo, que algo tenía que entregar, que de alguna manera tenía que trascender. Usted es un egoísta, que no tiene empatía, que tiene miedos, frustraciones o sinceramente es un patán, insisto, absolutamente ignorante.
Ame de verdad, entréguese, como en el inicio, porque su hijo o hija sigue siendo igual. Sigue queriéndolo y, si, necesita de usted para poder seguir siendo el ser íntegro que usted soñó de él…
miércoles, 27 de febrero de 2008
De valor, magia y belleza...
Hoy estoy en la playa en el departamento absolutamente fifón de mi amigo de la infancia Feña. Ha sido una semana de emociones fuertes y estoy aquí en una especie de vigilia, un nuevo retiro. Un tiempo de espera en el cual me vuelvo a sumergir y saco conclusiones nuevas. Hace dos meses atrás era otra persona y la vida ha dado demasiadas vueltas en tan solo una semana. Por otra parte, mis retiros han dado frutos.
Cuando era más niño quería que mi vida diera esos giros sorpresivos y me llenara de encuentros a la vuelta de la esquina como una novela de Julio Cortazar. Mis amigos Bovaristas hacían lo suyo por su parte y generábamos esas ficciones peligrosas dentro de la realidad. Muchas cosas quedaron atrás y no tengo más que recuerdos divertidos de mi snobismo adolescente. Me tranquilicé. No esperé tanta magia de la vida y me alienaba de pronto. Me convertía en un hombre de pasos concretos. Terminaba el colegio y la universidad y seguía los pasos naturales de una persona. Encontrar el amor, vivirlo, perderlo, trabajar, producir, dejar un poco de soñar. No me podía quejar. Las cosas seguían un curso amable y en general no había mayores problemáticas.
Hoy no puedo decir lo mismo…
Las transformaciones se han manifestado, la rueda giró una vez más y de pronto me doy cuenta que los últimos meses atrás fueron una capsula, paralela del tiempo, en la cual tenía que aprender tanto. Ese aprendizaje terminó y después de dos meses que han pasado he regresado al inicio, a mis deseos, a mis sueños y a mi tranquilidad. A esa tranquilidad personal, a eso viseral que me movía, a esos entrañables sueños de hace unos años. Seguía mi vida, entendiendo que solo o acompañado todo daba igual. Que podía vivir mi vida en amor y entrega, ya saciado ese sentimiento de amar que necesitaba para mi vida.
Hoy no puedo decir lo mismo…
La maquina sigue y de pronto chazzz, pum, puaj, crash, ¡¡¡Qué!!! No entiendo nada una vez más. Es como si mis deseos de vivir mi propio “Rayuela” o “El libro de Manuel” se manifestaran justo cuando de snob ya no me queda nada. Y era cosa de cruzar la rue no se cuan chucha a través de Internet y Los Leones con Brasil. Y Cuando menos lo esperas levantas una piedra y encuentras oro o petroleo o mejor aun; ese sentimiento inicial de esperanza y deseos y sueños otra vez.
Que mierda pasa…
Ya, tranquilizate…
Idiota…
No puedo creer que ya estoy saltando como un cabro chico nuevamente. El universo me sorprende una vez más y gratamente. No es posible que sienta de esa manera, una vez más, la añoranza y la guata revuelta y el correr al teléfono y el extrañar. Todo en una fucking semana de las más hermosas.
No se que cresta va a pasar con mi vida. Me retiré para tener claridad y esa claridad fue saboteada nuevamente por la vida, pero ya no me importa. Es imposible saber lo que pueda venir, pero lo que siento ahora lo voy a vivir como nunca. Con toda la paciencia y el deseo del mundo. Con los guiños y reencuentros que la vida pone frente a mi.
El péndulo de la vida, la rueda de la fortuna, el azar y Murphy estás cagados de la risa de mi y para variar me siento como el ser más idiota de la tierra. Como si mi sólo deseo pudiese interferir en lo que está preparado para mi.
No me importa si esto que siento dura una semana más o toda la vida, pero nada ni nadie me va a prohibir seguir adorando este capitulo de la novela que, al parecer, es trascendental en la historia. Lo único que se es que si me fui del mundo dos meses, si tuve mi viaje místico, si me alejé para no seguir sufriendo, si me resigné y opté y decidí y todo se saboteó, sólo fue para poder decir, y sentir, que en este momento de mi vida puedo cerrar los ojos con los brazos abiertos y lanzarme, tranquilo y sin miedo, al vacío.
Cuando era más niño quería que mi vida diera esos giros sorpresivos y me llenara de encuentros a la vuelta de la esquina como una novela de Julio Cortazar. Mis amigos Bovaristas hacían lo suyo por su parte y generábamos esas ficciones peligrosas dentro de la realidad. Muchas cosas quedaron atrás y no tengo más que recuerdos divertidos de mi snobismo adolescente. Me tranquilicé. No esperé tanta magia de la vida y me alienaba de pronto. Me convertía en un hombre de pasos concretos. Terminaba el colegio y la universidad y seguía los pasos naturales de una persona. Encontrar el amor, vivirlo, perderlo, trabajar, producir, dejar un poco de soñar. No me podía quejar. Las cosas seguían un curso amable y en general no había mayores problemáticas.
Hoy no puedo decir lo mismo…
Las transformaciones se han manifestado, la rueda giró una vez más y de pronto me doy cuenta que los últimos meses atrás fueron una capsula, paralela del tiempo, en la cual tenía que aprender tanto. Ese aprendizaje terminó y después de dos meses que han pasado he regresado al inicio, a mis deseos, a mis sueños y a mi tranquilidad. A esa tranquilidad personal, a eso viseral que me movía, a esos entrañables sueños de hace unos años. Seguía mi vida, entendiendo que solo o acompañado todo daba igual. Que podía vivir mi vida en amor y entrega, ya saciado ese sentimiento de amar que necesitaba para mi vida.
Hoy no puedo decir lo mismo…
La maquina sigue y de pronto chazzz, pum, puaj, crash, ¡¡¡Qué!!! No entiendo nada una vez más. Es como si mis deseos de vivir mi propio “Rayuela” o “El libro de Manuel” se manifestaran justo cuando de snob ya no me queda nada. Y era cosa de cruzar la rue no se cuan chucha a través de Internet y Los Leones con Brasil. Y Cuando menos lo esperas levantas una piedra y encuentras oro o petroleo o mejor aun; ese sentimiento inicial de esperanza y deseos y sueños otra vez.
Que mierda pasa…
Ya, tranquilizate…
Idiota…
No puedo creer que ya estoy saltando como un cabro chico nuevamente. El universo me sorprende una vez más y gratamente. No es posible que sienta de esa manera, una vez más, la añoranza y la guata revuelta y el correr al teléfono y el extrañar. Todo en una fucking semana de las más hermosas.
No se que cresta va a pasar con mi vida. Me retiré para tener claridad y esa claridad fue saboteada nuevamente por la vida, pero ya no me importa. Es imposible saber lo que pueda venir, pero lo que siento ahora lo voy a vivir como nunca. Con toda la paciencia y el deseo del mundo. Con los guiños y reencuentros que la vida pone frente a mi.
El péndulo de la vida, la rueda de la fortuna, el azar y Murphy estás cagados de la risa de mi y para variar me siento como el ser más idiota de la tierra. Como si mi sólo deseo pudiese interferir en lo que está preparado para mi.
No me importa si esto que siento dura una semana más o toda la vida, pero nada ni nadie me va a prohibir seguir adorando este capitulo de la novela que, al parecer, es trascendental en la historia. Lo único que se es que si me fui del mundo dos meses, si tuve mi viaje místico, si me alejé para no seguir sufriendo, si me resigné y opté y decidí y todo se saboteó, sólo fue para poder decir, y sentir, que en este momento de mi vida puedo cerrar los ojos con los brazos abiertos y lanzarme, tranquilo y sin miedo, al vacío.
sábado, 23 de febrero de 2008
La familia de mi madre...
La familia del lado de mi madre es especial. Si la comparo con la de mi padre son absolutamente distintos. El lado Maturana es culto y reflexivo y lleno de carencias afectivas. Por otra parte el familión de mi madre es absolutamente distinto, son más del pueblo y más simples, pero mucho más afectivos y aclanados.
Independiente de cualquier diferencia entre la familia de mi mamá y la de mi papá, las cuales dan lo mismo porque adoro a ambas, no puedo dejar de notar el matriarcado de la familia de mi madre. La historia es algo así por lo que tengo entendido.
Mi bisabuelo político Roberto se casa con mi bisabuela Raquel. Mi bisabuela antes del señor Roberto tenía tres hijas. Mi tía Abuela Norma, mi tía abuela Hilda y mi abuela Raquel. Aparte tenía un hijo, mi tío Pancho. Luego tuvo cuatro hijos más con mi abuelo Roberto. Ociel, Jaime, Lalo y Ninfa. Esa fractura de padres distintos le da color a mi familia. Por un lado, mis tíos por parte del caballero del que nunca se habla y que es mi real bisabuelo, y que murió cuando mis tíos eran muy pequeños, son gente de familia y hogareños. Sencillos y trabajadores como buena gente del norte. Los del lado de mi abuelo Roberto, comunistas y artistas. La mayoría exiliados en Suecia. Varios han muerto ya y muchos de mis tíos poca referencia tengo.
El asunto es que mi abuelo Roberto con toda la prole de hijos se los llevaba a veranear a Caleta Buena. Lugar del cual escribo este escrito en estos momentos y que subiré al llegar a Santiago. Caleta Buena es una caleta de pescadores en la cual habrán unas cincuenta casas, no hay luz (Todo se ilumina con motores y hace unos pocos años sólo con velas), el agua la trae un camión y hay que estar atentos a que no se pase, ya que o si no nos dormimos salados y bueno, la playa y el desierto en un bello lugar a media hora de Tocopilla hacia el sur.
Nada…
Caleta Buena tiene la particularidad de haber reunido a toda la familia desde ese tiempo y por supuesto además de las relaciones entre hermanos, se generaron muy buenas relaciones entre primos. Cada vez que llego a este lugar conozco a algún familiar que no conocía. Me reencuentro con mis primos más cercanos y con mis tías abuelas. Mi abuela murió.
Un solo hombre se encarga de todo en la casa de mi tía Norma. Mi tío Manuel es un hombre de mar. Conoce la playa y el mar y todo lo que sale y entra en él y se desenvuelve en este aspecto como el buen capitán de barco que es. Ya viejo se encarga de todo lo referente a dirigir la casa.
Independiente de mi tío están todas esas mujeres locas y divertidas que son mis tías abuelas y mis tías y mi madre. Mi abuela murió, por lo tanto nosotros tenemos un terreno al lado de la casa de mi tía Norma y mi tía Hilda, que es una sola casa grande partida por la mitad, pero no tenemos casa. Mi tía Norma siempre llora cuando se habla de mi abuela y nada. Las mujeres de la familia son las que le dan el color al asunto. Agresivas, guerreras, peleadoras, fieles y cercanas. Todas con tragedias, todas viven muchos años o mueren muy jóvenes. Todas bellas, gordas, rebosantes de amor.
En mi familia ha habido cuatro Raquel. Mi bisabuela, mi abuela, mi madre y una tía en primer grado. Mi bisabuela murió después que mi abuela, cuando era niño jugaba a las cartas conmigo y yo le agarraba la piel flácida que le caía por la edad, ese es un recuerdo de los más uterinos que tengo… nunca he perdido esa sensación. Mi tía Raquel murió hace pocos años de cáncer, mi abuela murió de un derrame cerebral cuando tenía un año y la única que aun queda es mi madre a la cual, según lo que yo pienso, ha vivido como una mártir la responsabilidad de ser una Raquel en mi familia.
Hoy estoy acá rodeado prácticamente de mujeres y entre su vejez, sus crisis de pánico, sus enfermedades y sus mañas no dejan de refugiarse, como en el inicio, en Caleta Buena. A pesar del dolor y las pérdidas de una familia más que numerosa no dejan de reír y de reunirse y jugar cartas y cocinar y pelar y mandarse a la mierda y llorar y amarse de nuevo. Hoy las veo y las amo yo. Me dan fuerza. Mujeres sencillas y llenas de fuerza y alegría de vivir. Veo a mis primas chicas locas, a mi madre loca, a mi gente cagada del mate y sonrío. Me veo reflejado, veo mi historia, entiendo cosas, de ellos y de mi y la veo crecer verano a verano.
Ya ahora en Santiago y terminando este relato no puedo pensar en nada más que en sus vidas y la historia sacada de un libro. Mi familia no es perfecta, pero todos esos veranos en la playa y la historia que se descubre con cada presencia en ese lugar. Me llenan de amor, me dan fuerza, me cuestionan, me hacen más grande y menos tonto…
Independiente de cualquier diferencia entre la familia de mi mamá y la de mi papá, las cuales dan lo mismo porque adoro a ambas, no puedo dejar de notar el matriarcado de la familia de mi madre. La historia es algo así por lo que tengo entendido.
Mi bisabuelo político Roberto se casa con mi bisabuela Raquel. Mi bisabuela antes del señor Roberto tenía tres hijas. Mi tía Abuela Norma, mi tía abuela Hilda y mi abuela Raquel. Aparte tenía un hijo, mi tío Pancho. Luego tuvo cuatro hijos más con mi abuelo Roberto. Ociel, Jaime, Lalo y Ninfa. Esa fractura de padres distintos le da color a mi familia. Por un lado, mis tíos por parte del caballero del que nunca se habla y que es mi real bisabuelo, y que murió cuando mis tíos eran muy pequeños, son gente de familia y hogareños. Sencillos y trabajadores como buena gente del norte. Los del lado de mi abuelo Roberto, comunistas y artistas. La mayoría exiliados en Suecia. Varios han muerto ya y muchos de mis tíos poca referencia tengo.
El asunto es que mi abuelo Roberto con toda la prole de hijos se los llevaba a veranear a Caleta Buena. Lugar del cual escribo este escrito en estos momentos y que subiré al llegar a Santiago. Caleta Buena es una caleta de pescadores en la cual habrán unas cincuenta casas, no hay luz (Todo se ilumina con motores y hace unos pocos años sólo con velas), el agua la trae un camión y hay que estar atentos a que no se pase, ya que o si no nos dormimos salados y bueno, la playa y el desierto en un bello lugar a media hora de Tocopilla hacia el sur.
Nada…
Caleta Buena tiene la particularidad de haber reunido a toda la familia desde ese tiempo y por supuesto además de las relaciones entre hermanos, se generaron muy buenas relaciones entre primos. Cada vez que llego a este lugar conozco a algún familiar que no conocía. Me reencuentro con mis primos más cercanos y con mis tías abuelas. Mi abuela murió.
Un solo hombre se encarga de todo en la casa de mi tía Norma. Mi tío Manuel es un hombre de mar. Conoce la playa y el mar y todo lo que sale y entra en él y se desenvuelve en este aspecto como el buen capitán de barco que es. Ya viejo se encarga de todo lo referente a dirigir la casa.
Independiente de mi tío están todas esas mujeres locas y divertidas que son mis tías abuelas y mis tías y mi madre. Mi abuela murió, por lo tanto nosotros tenemos un terreno al lado de la casa de mi tía Norma y mi tía Hilda, que es una sola casa grande partida por la mitad, pero no tenemos casa. Mi tía Norma siempre llora cuando se habla de mi abuela y nada. Las mujeres de la familia son las que le dan el color al asunto. Agresivas, guerreras, peleadoras, fieles y cercanas. Todas con tragedias, todas viven muchos años o mueren muy jóvenes. Todas bellas, gordas, rebosantes de amor.
En mi familia ha habido cuatro Raquel. Mi bisabuela, mi abuela, mi madre y una tía en primer grado. Mi bisabuela murió después que mi abuela, cuando era niño jugaba a las cartas conmigo y yo le agarraba la piel flácida que le caía por la edad, ese es un recuerdo de los más uterinos que tengo… nunca he perdido esa sensación. Mi tía Raquel murió hace pocos años de cáncer, mi abuela murió de un derrame cerebral cuando tenía un año y la única que aun queda es mi madre a la cual, según lo que yo pienso, ha vivido como una mártir la responsabilidad de ser una Raquel en mi familia.
Hoy estoy acá rodeado prácticamente de mujeres y entre su vejez, sus crisis de pánico, sus enfermedades y sus mañas no dejan de refugiarse, como en el inicio, en Caleta Buena. A pesar del dolor y las pérdidas de una familia más que numerosa no dejan de reír y de reunirse y jugar cartas y cocinar y pelar y mandarse a la mierda y llorar y amarse de nuevo. Hoy las veo y las amo yo. Me dan fuerza. Mujeres sencillas y llenas de fuerza y alegría de vivir. Veo a mis primas chicas locas, a mi madre loca, a mi gente cagada del mate y sonrío. Me veo reflejado, veo mi historia, entiendo cosas, de ellos y de mi y la veo crecer verano a verano.
Ya ahora en Santiago y terminando este relato no puedo pensar en nada más que en sus vidas y la historia sacada de un libro. Mi familia no es perfecta, pero todos esos veranos en la playa y la historia que se descubre con cada presencia en ese lugar. Me llenan de amor, me dan fuerza, me cuestionan, me hacen más grande y menos tonto…
lunes, 28 de enero de 2008
Rupanco...
Hace una semana y unos días que regresé de mi viaje al Lago Rupanco… Venía absolutamente zen y a los dos días, al ir al centro, fue como una especie de colapso nervioso… Todo iba 500 veces más rápido que yo y no entendía nada… Hoy ya estoy en la maquina una vez más, pero a pesar de todo, me siento distinto y con una tranquilidad que me tiene más que feliz… Nada… No sabría como explicarlo, pero al parecer este fue uno de esos viajes fundamentales en los que uno no es la misma persona que como al inicio y así me siento hoy… Distinto…
Todo iba mal cuando supe que mi destino a Conguillío era imposible, ya que el volcán Llaima hacía erupción dos días antes de partir… Mierda… Que chucha cresta madre hago… Todo daba lo mismo, había que ir a algún lugar y mi sorpresa fue grande al escuchar que el nuevo destino era el Lago Rupanco… Mi bello y familiar Rupanco… Uno de los lugares más hermosos que he conocido y esos paisajes familiares que no me canso de verlos una y otra vez…
Por cosas del destino y el universo tuve que partir un día antes que los demás… El 3… Ese tres de Enero en el que debía cerrar un ciclo y los números y las circunstancias estuvieron de mi lado… Partí ese día 3 con un amigo, una carpa, saco de dormir, una muda de ropa y todos los cigarros que debía fumar en mi viaje… Con un poco de susto… de idiota…
Al despertar a la mañana siguiente ya estaba rodeado de esos paisajes sureños… Me dolía la guata de la alegría… La satisfacción fue cada mayor al ir apareciendo todos esos bellos lugares, el lago primero, luego el islote, el salto del calzoncillo y así… Seguí feliz, como un cabro chico, como de regreso a un lugar en el que me siento protegido…
Nada…
Fui muy feliz… Los niños, mis amigos, el paisaje, los recuerdos, las fogatas, la lluvia que duro siete días, el hambre, el frío, el cansancio, la suciedad, mi herida en el pulgar, el trasnoche, las amanecidas, la tradición, la magia, la reflexión, los sueños, el anochecer y el amanecer de un viaje del que volví pleno… El agua del lago Rupanco otra vez me transformó y no pude haber sido más feliz en esos 18 días en los que el resto del mundo no existió… Y los problemas que se presentaban eran tan solucionables que nada malo podía ocurrir… Una buena estrella preciosa que hizo que todo sucediese bien…
Fue un regreso al hogar… De regreso a ese lugar en donde la gente pasa, pero la esencia es la misma… El humor, el amor, la fraternidad, la amistad… Nada puedo decir, las palabras no podrían siquiera acercarse a la experiencia… Sólo puedo decir que, en esos momentos de lluvia y risas o de fuego encendido y la guitarra y las mismas canciones de hace cinco años atrás, o esa comida con gusto a quemado y esas estrellas que siempre están ahí son las cosas que me hacen sentir minúsculo, humilde y postrado ante la belleza del universo…
jueves, 3 de enero de 2008
Retiro...
viernes, 28 de diciembre de 2007
Amnesia...
Esta mañana me desperté después de una noche de recuerdos... Jorge vino a visitarme a mi casa después de años... Ya había pasado mucho tiempo sin vernos y era hora de ponernos al día en muchas cosas y hablando de teatro y de nuestra vida juntos no podía parar de reir y ponerme un poco rojo al recordar al hombre que fui hace seis o siete años atrás... Es divertido, ya que Jorge es mi ahijado de confirmación... Jajajajaja... Si... creía en Dios Padre todopoderoso y tenía Fe en su amor absoluto y en la resurrección de Cristo, su hijo...
Hoy ya no, pero inevitablemente era muy gracioso vernos en ese estado de distorción absoluta hablando de teatro, sexo y nosotros mismos hasta el punto de poder llegar a espantar a los curitas... San Ignacio perdóname, pero es lo que hay... Nada... Nos dormimos como a las tres de la mañana después de habernos cagado de la risa y esta mañana se fue y yo seguí durmiendo...
Anoche volví a soñar con hombres y ya no lo puedo evitar... Ni siquiera son sueños eróticos ni pornográficos... Tampoco son desquiciados... SON TAN COTIDIANOS que ya me da miedo... Y nada... Jorge anoche... escuchar música de cuando era más joven aun... Ver las fotos... Soñar otra vez con él... Los recuerdos y... Beck esta mañana... everybody`s gotta learns sometimes...
Y como que colapsé...
Atentado a mi integridad...
No pensé que tanto recuerdo podría descompenzarme tanto...
Ahora más tranquilo y después de fumarme todo el tabaco que pude (Muchas veces me han dicho que fumo como maricón celoso o como puta presa) me pongo a escribir y los señores de Beck hicieron referencia inmediatamente a "Eternal sunshine of the spotless mind"... Obvio... Una película de las más mamonas de todos los tiempos, pero que fue una cachetada a mi ser en el momento en que la vi... Tomando en cuenta que lloro con Disney como cabro chico y que peliculas como "You've Got Mail" sacan tímidas lágrimas que sólo hacen que me avergüenze de mi mismo, está pelicula me hizo llorar como enajenado... El punto es el que sigue...
Si al igual que en la película, tuviese mi exabrupto a lo Kate Winslet y pudiese borrar todo eso desagradable de mi vida o sacar de raíz a una persona o esos momentos maravillosos que ya no existen y me hacen daño o enterrarme y estar así dos, tres meses o un año y salir absolutamente renovado, la vida sería de lo más sencilla... Esta mañana quería sacar de mi cabeza muchos fantasmas que se están apareciendo en mis sueños y que se están materializando en mi vida también...
La idea de la película es imposible, por ahora por lo menos, pero a pesar de eso, no deja de ser tentadora... Hace 9 meses atrás afirmé que no quisera olvidar nada de mi vida y que ojalá siempre pudiese recordar todos los momentos... buenos y malos... Hoy ya no se si puedo decir eso con tanta soltura... No... mentira... no quiero olvidar y tal vez ese es el punto importante...
Los fantasmas aparecen constantemente y nada que hacer con ellos... La nostalgia, el deseo y la añoranza se hacen presentes siempre y creo que el valor de hacerse cargo de los traumas de nuestras vidas son una solución para poder seguir adelante más sanamente...
Gracias a Dios y a la virgen santisima, que concebió a Dios todo poderoso hecho hombre en su vientre, Lacuna Incorporated no existe, pero a pesar de eso, algunas mañanas en las que amanezco con resaca y escucho a Beck y despierto en mi cama solo después de esos sueños funestos, sólo desearía poder empezar mi día sufriendo amnesia y sólo mirar hacia el futuro...
Hoy ya no, pero inevitablemente era muy gracioso vernos en ese estado de distorción absoluta hablando de teatro, sexo y nosotros mismos hasta el punto de poder llegar a espantar a los curitas... San Ignacio perdóname, pero es lo que hay... Nada... Nos dormimos como a las tres de la mañana después de habernos cagado de la risa y esta mañana se fue y yo seguí durmiendo...
Anoche volví a soñar con hombres y ya no lo puedo evitar... Ni siquiera son sueños eróticos ni pornográficos... Tampoco son desquiciados... SON TAN COTIDIANOS que ya me da miedo... Y nada... Jorge anoche... escuchar música de cuando era más joven aun... Ver las fotos... Soñar otra vez con él... Los recuerdos y... Beck esta mañana... everybody`s gotta learns sometimes...
Y como que colapsé...
Atentado a mi integridad...
No pensé que tanto recuerdo podría descompenzarme tanto...
Ahora más tranquilo y después de fumarme todo el tabaco que pude (Muchas veces me han dicho que fumo como maricón celoso o como puta presa) me pongo a escribir y los señores de Beck hicieron referencia inmediatamente a "Eternal sunshine of the spotless mind"... Obvio... Una película de las más mamonas de todos los tiempos, pero que fue una cachetada a mi ser en el momento en que la vi... Tomando en cuenta que lloro con Disney como cabro chico y que peliculas como "You've Got Mail" sacan tímidas lágrimas que sólo hacen que me avergüenze de mi mismo, está pelicula me hizo llorar como enajenado... El punto es el que sigue...
Si al igual que en la película, tuviese mi exabrupto a lo Kate Winslet y pudiese borrar todo eso desagradable de mi vida o sacar de raíz a una persona o esos momentos maravillosos que ya no existen y me hacen daño o enterrarme y estar así dos, tres meses o un año y salir absolutamente renovado, la vida sería de lo más sencilla... Esta mañana quería sacar de mi cabeza muchos fantasmas que se están apareciendo en mis sueños y que se están materializando en mi vida también...
La idea de la película es imposible, por ahora por lo menos, pero a pesar de eso, no deja de ser tentadora... Hace 9 meses atrás afirmé que no quisera olvidar nada de mi vida y que ojalá siempre pudiese recordar todos los momentos... buenos y malos... Hoy ya no se si puedo decir eso con tanta soltura... No... mentira... no quiero olvidar y tal vez ese es el punto importante...
Los fantasmas aparecen constantemente y nada que hacer con ellos... La nostalgia, el deseo y la añoranza se hacen presentes siempre y creo que el valor de hacerse cargo de los traumas de nuestras vidas son una solución para poder seguir adelante más sanamente...
Gracias a Dios y a la virgen santisima, que concebió a Dios todo poderoso hecho hombre en su vientre, Lacuna Incorporated no existe, pero a pesar de eso, algunas mañanas en las que amanezco con resaca y escucho a Beck y despierto en mi cama solo después de esos sueños funestos, sólo desearía poder empezar mi día sufriendo amnesia y sólo mirar hacia el futuro...
domingo, 23 de diciembre de 2007
Psicopatía...
Me río de las cosas que me dices y pienso que debería matarte y luego violarte con desesperación...
Reírme...
soltarte y volver a atarte...
reirme...
en tu cara...
en tu desnudez y no dejar de reir...
Asesinar cada ilusión y no dejar nada para lo imaginario...
Devastarte...
hacerte polvo...
hacer que desaparezcas...
hacer que todos te olviden...
decirle cosas lascivas a tus padres...
reirme...
reirme de tu madre...
corromper a tu padre...
humillar tu ascendencia...
evitar tu descendencia y escupirte...
Te mataría lentamente y luego te haría revivir para hacerlo de nuevo...
Astutamente escondería tu cuerpo...
Desaparecerías en trozos pequeños...
Nadie te encontraría y yo no sabría nada de ti...
Me encargaría de ser tu mejor amigo ante todos los demás...
Lloraría... lloraría tanto...
organizaría tu busqueda...
consolaría a tus parientes...
tendría una foto tuya colgada de mi pecho...
viajaría por el mundo en tu busqueda y me juraría que te encontraría...
Tu ya me mataste antes... ahora sólo queda esperar...
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